Cuento armenio
El rey y el tejedor
La experiencia es a veces más valiosa que lo que dicen los libros. Un tejedor muy pobre demuestra ser más inteligente que los eruditos de la corte real, a quienes se les paga por sus servicios.


Durante cientos y cientos de años, los dragones y los cuervos habÃan vivido muy cerca unos de otros. Nunca habÃan sido amigos, aunque fueran vecinos por tanto tiempo, pero tampoco habÃan tenido ninguna disputa o pelea.
Los cuervos volaban con frecuencia sobre las guaridas de los dragones, haciendo mucho ruido con sus interminables chillidos y sus molestos
Ellos solo querÃan estar tranquilos y reunirse en pequeños grupos en la oscuridad de las cuevas. AllÃ, practicaban la técnica de escupir
Un dÃa, los cuervos eligieron a un nuevo rey. Se llamaba Craaa (¡cra, cra!) y pensaba que los dragones debÃan servir a los cuervos. Justo después de convertirse en rey, le mandó una carta al rey de los dragones en la que pedÃa con vehemencia que mandara a sus congéneres al Reino de los Cuervos para que fueran sus sirvientes.
Drago, el rey de los dragones, soltó una
Drago se afiló las garras de su gigantesca
«Querido rey Craaa, tu carta me resultó muy divertida. Lamentablemente, los dragones nunca van a servir a los cuervos, pero gracias por hacerme reÃr», escribió. Cuando terminó, dobló la carta con
Tras leer la…