Cuento armenio
El rey y el tejedor
La experiencia es a veces más valiosa que lo que dicen los libros. Un tejedor muy pobre demuestra ser más inteligente que los eruditos de la corte real, a quienes se les paga por sus servicios.
Hace mucho tiempo, cuando el dÃa y la noche ni siquiera existÃan, la gente vivÃa en completa oscuridad. Solo el fuego, que ya sabÃan hacer, proporcionaba un poco de luz en sus cuevas. Los chasquidos de la leña ardiendo en el
Las cuevas eran muy frÃas y húmedas porque el agua de los manantiales de la montaña se filtraba al
Un dÃa ocurrió que a uno de los cazadores se le prendió de repente un carboncillo en la mano. Cuando abrió la palma de la mano las brasas empezaron a brillar con gran
A partir de entonces, el cazador que llevaba el carboncillo en la mano caminaba siempre el primero para mostrar el camino a los demás. Pero la luz solo estaba donde él estaba, y la oscuridad y el frÃo seguÃan reinando en todo su
Un dÃa ese hombre subió a una alta colina y en la cima abrió la palma de la