Charles Perrault
Caperucita Roja
No hables con extraños. Este famoso cuento nos recuerda que hablar con extraños puede ser peligroso. Por suerte, esta historia tiene un final feliz.


Lejos, muy lejos, en una tierra de cálidos rayos de sol, vivía una vez un niño llamado Aladdín. Provenía de una familia pobre, y pasaba la mayor parte de su tiempo libre vagando por el mercado, mirando todas las hermosas mercancías y disfrutando del ajetreo y el alboroto de la vida en la antigua
Un día, durante sus caminatas por el mercado, se topó con un hombre fascinante, que parecía una persona simpática y amable (al principio). Mientras paseaban juntos por la ciudad, el hombre le contó a Aladdín muchas historias emocionantes de aventuras que había vivido. El niño se aferraba a cada una de sus palabras y no tenía ni idea de que aquel hombre era un mago malvado que intentaba ganarse su
Cuando Aladdín volvió a casa esa
Aladdín, por supuesto, no escuchó a su madre, y al día siguiente fue a reunirse de nuevo con el hombre, ansioso por oír más historias de misterio, batallas y gloria. Esta vez, mientras el sol se ponía, el mago llevó al niño a pasear un poco más lejos del centro de la ciudad. Cuando pasaron junto a las murallas de la ciudad, el hombre le mostró a un encantador de serpientes, quien tocó una flauta e hizo bailar a una cobra al ritmo de la canción mientras Aladdín
Ya había oscurecido cuando llegaron a una misteriosa puerta en medio del desierto. Aladdín…