Cuento coreano
El pueblo que compró la luna
La riqueza no implica sabidurÃa. Un honorable juez llega a un modesto pueblo y, al bajar del carruaje, contempla con asombro que el cielo está totalmente negro. SÃ, está lleno de miles, de millones de estrellas parpadeantes, pero la luna no aparece por ninguna parte. Un pueblo respetable debe tener luna, por lo que decide arreglar ese agravio.



