Leyenda chilena
El origen del fuego
Basada en una leyenda de Sudamérica, esta historia muestra la vida de la gente en la época en que no conocían el fuego y cuenta cómo se descubrió finalmente.
El perezoso sol de invierno se elevó en el cielo. Abrió los brazos y miró hacia la pequeña casa de madera. Había un tubo pluvial en la casa y un carámbano acababa de despertar colgado de
—¡Buenos días! —exclamó alegremente el carámbano cuando abrió los ojos.
El tubo se estremeció un poco con el sonido y susurró, somnoliento—: ¿Qué pasa? ¿Cómo llegaste hasta aquí?
—¡Por fin estoy aquí! ¿No tenías muchas ganas de verme? —preguntó el carámbano, indignado, mientras parpadeaba a la luz del sol de la mañana.
—Bueno, puedo ver que estás aquí —dijo el tubo, bostezando—. ¿Pero no sabes que el invierno casi ha terminado? Llegaste demasiado tarde. Y te has perdido el
—¡Eso no puede ser cierto! —gritó el carámbano mientras trataba de pegarse más al frío metal—. ¡Acabo de llegar! ¿Por qué no me llamaste antes? ¡Tenía tantas ganas de venir!
—Te quedaste dormido, dormilón. Simplemente te quedaste dormido —se escuchó la voz del sol desde el cielo—. Hoy todavía estoy un poco cansado y no tengo ganas de brillar. Pero mañana te mostraré lo qué es el calor de verdad. ¡Disfruta del último día de invierno! —Y el sol sonrió.
El carámbano, preocupado, sintió dos gotas correr por su
El carámbano de pronto dejó de sentirse triste. Sonrió, concentrando toda la fuerza que tenía en su cuerpo y comenzó a crecer. Cuanto más brillaba la luz del sol sobre él, más se estiraba.
—¡Mira, mamá! ¡Un carámbano! —se escuchó el grito alegre de un niño. —Luego una bola de nieve alcanzó al