Leyenda africana
Por qué el Sol y la Luna viven en el cielo
Una divertida historia sobre cómo el Sol y la Luna invitaron al inmenso Océano de visita. Esta leyenda africana explica cómo lo consiguieron y a qué precio.
Érase una vez un corderito suave y peludo al que le gustaba pasear y explorar el mundo. Un dÃa, se adentró en un profundo bosque lleno de hierba muy
Cuando vio que estaba perdido y que no lograba encontrar la manera de regresar al prado, se asustó y empezó a correr frenéticamente de un lado a otro. Su balido era tan
—¡Beee! ¡Beee! —balaba, atemorizado.
—Ñam, ñam, ñam —dijeron las tripas del lobo.
Se acercó al corderito y, cuando lo vio, supo de inmediato que tenÃa la cena servida. Se relamió sus grandes labios de lobo. Pero el cordero empezó a suplicarle:
—Por favor, lobito, no me comas aún, ¡soy muy
—Bueno, supongo que tienes razón. Esperaré a que crezcas y, cuando te pongas regordete, grande y jugoso, te
Pasó el tiempo y el corderito se convirtió en un carnero grande y fuerte que no le tenÃa miedo a nada. Un dÃa, se encontró de nuevo con el lobo que se habÃa apiadado de él.
—Bueno, carnero, ¿recuerdas tu promesa? —preguntó el lobo con un «¡gr...!».
—Por supuesto que sà —dijo el carnero—, pero ahora soy demasiado duro y musculoso. Te dañarÃa los dientes y no serÃa buen alimento para ti.
El lobo se enojó muchÃsimo. Aulló furiosamente porque comprendió que el carnero lo estaba engañando de