Leyenda chilena
El origen del fuego
Basada en una leyenda de Sudamérica, esta historia muestra la vida de la gente en la época en que no conocÃan el fuego y cuenta cómo se descubrió finalmente.
Érase una vez un lago grande y
No habÃa criaturas más elegantes y gráciles en ningún lugar. Pasaban todo el dÃa en el agua, nadando de un lado a otro. Sus densas plumas blancas nunca se mojaban y los protegÃan del frÃo. Les encantaba remar por el lago sin ninguna preocupación.
Cerca del lago habÃa álamos altos y grises donde anidaban cuervos negros. Buscaban comida a la orilla del lago y sus graznidos se podÃan escuchar por todas
Sin embargo, uno de los cuervos no venÃa al lago sólo para comer. También le gustaba observar a los cisnes. Admiraba su gracia y belleza, la delicadeza con la que nadaban y la tranquilidad con la que comÃan. Observaba y observaba, hasta que un dÃa decidió que querÃa convertirse en uno de ellos.
Aunque llevaba una vida placentera junto a los otros cuervos en un nido sólido y seco hecho con ramitas, no le gustaba su
Con esa idea, dejó su acogedor nido en el álamo y empezó a hacer lo mismo que hacÃan los cisnes. Se introducÃa en el agua
Intentaba erguirse de la misma manera que lo hacÃan ellos, para parecer un cisne desde lejos. Intentaba estirar su cuello corto y rechoncho en forma de elegante “ese”.
Todos los dÃas frotaba sus plumas negras como la medianoche sobre los guijarros de la orilla…