La chica de los ojos almendrados

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La pequeña Meg tiene una nueva compañera de clase con un aspecto diferente al de los demás niños. Meg siente curiosidad por saber por qué la niña tiene unos ojos tan extraños. Sin embargo, su padre tiene una explicación. Meg aprende por qué todos los ojos son bonitos, aunque sean diferentes.
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La chica de los ojos almendrados
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―Papá, ¿has visto a mi nueva compañera de clase? ―preguntó Meg cuando apareció por la puerta del colegio― ¡Tiene unos ojos muy raros! ― Miró a su padre con sus ojos celestes muy abiertos.

―¿Ojos raros? ¿Qué quieres decir, Meg? ―preguntó su padre mientras le quitaba la mochila de los hombros para que pudiera caminar más ligera.

―Ya sabes, son... diferentes. Mi amigo Tommy dijo... espera... los llamó... ¿rasgados?

―Ya veo ―dijo su padre, sonriendo―¡Así que tiene ojos almendrados!

―¿Ojos almendrados? ― Meg no lo entendía. Bueno, ella sabía lo que eran las almendras: las nueces marrones dulces que su madre añadía a los pasteles. O los aperitivos que a veces tomaba con fruta.

―Si quieres, puedo contarte más cosas sobre los ojos almendrados ―dijo su padre.

Hacía un día precioso y no tenían prisa, así que se sentaron en un banco del parque.

—Hace mucho tiempo, cada persona podía elegir el aspecto que quería tener. Podían elegir su pelo, sus ojos, su nariz... En pocas palabras, si querías unas orejas nuevas para tu cumpleaños, podías ir a la tienda y comprarte un par.

Había una vez una chica llamada Lin, que adoraba las almendras. Sus padres tenían un enorme huerto de almendros. Cultivaban las almendras más delicadas del mundo: grandes, marrones doradas y deliciosas. A Lin se le ocurrió que quería tener exactamente los mismos ojos marrones almendrados... y no sólo eso. Cuando el dependiente le pidió en la tienda que dibujara sus ojos de ensueño, ella les dio la forma de sus queridas almendras.

Por supuesto, tardaron un tiempo en crear unos ojos así, pero finalmente lo consiguieron. Lin estaba muy emocionada. ¿Y qué pasó cuando se los enseñó a sus compañeros en la escuela? La fábrica no daba abasto para fabricarlos.…

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