Las tres bicicletas rotas

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Cuando las bicicletas rotas acaban en un desguace, no es el final, sino al contrario, el principio de algo nuevo. Una recién llegada les demostrará que una bicicleta rota no tiene por qué yacer tristemente junto a la basura, ¡aún puede hacer y experimentar muchas cosas!
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Las tres bicicletas rotas
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Dos bicicletas polvorientas descansaban sobre un montón de chatarra en un rincón del vertedero. Empapadas por la lluvia, oxidadas, esperaban sin saber a qué. Al fin y al cabo, nada interesante suele pasar en el desguace.

Una noche, el camión de la basura trajo otro montón de desperdicios... y de él cayó una tercera bicicleta, completamente maltrecha, pero aún sin oxidar.

Tras fijarse en las dos bicicletas del rincón, se dirigió directamente hacia ellas. En cuanto se movió, unos sonidos un tanto aterradores se extendieron por el desguace: las ruedas crujían, la cadena traqueteaba, el freno chirriaba y el volante silbaba... ¡como una auténtica orquesta! Sin embargo, era ese tipo de orquesta por la que hay que taparse los oídos.

Las dos bicicletas polvorientas fruncieron el ceño. La amarilla dijo con ironía:

—¡Justo lo que necesitábamos!

Y la blanca añadió:

—Tres bicis rotas... ¡es peor que dos!

Se miraron fijamente hasta que la recién llegada las saludó:

—¿Qué tal, señoritas?

—Señoritas... —repitió malhumorada la bicicleta blanca— Estamos genial, todo lo genial que se puede estar en un desguace.

La bicicleta nueva miró a su alrededor y dijo entusiasmada:

—Se está mucho mejor aquí que en mi viejo sótano. Sol, aire fresco, nuevos amigos... ¡es fantástico!

Las bicicletas amarilla y blanca querían tirarse de los pelos con frustración, pero como no tenían pelo del que tirarse, se limitaron a girar sus volantes y dejar que la desconocida siguiera emocionada.

Como la bicicleta recién llegada era curiosa, le preguntó a una de las veteranas:

—¿Por qué están en el desguace?

La bicicleta amarilla frunció aún más el ceño:

—Estoy aquí desde que nací. Me tiraron directamente desde que salí de la fábrica... me hicieron mal. Sólo puedo manejar hacia atrás. Seguramente me montaron algo mal, así que…

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