En la aplicación Readmio, encontrarás una amplia selección de audiolibros que harán las delicias de oyentes jóvenes y mayores. Sólo tiene que elegir una historia con versión de audio y dejarte llevar por la voz del narrador, realzada con efectos de sonido y música. Ya sea para amenizar un largo viaje en coche, pasar el rato en una sala de espera o simplemente disfrutar de un rato de descanso y relajación, nuestros audiolibros son la elección perfecta.
Sólo tienes que abrir cualquier historia en la aplicación y buscar el icono de «audio». Si lo ves, ya está todo listo: ¡puedes empezar a escuchar inmediatamente!
Nuestros audiolibros están pensados para niños a partir de 3 años. Encontrarás historias sencillas para los más pequeños y cuentos más largos para niños mayores con mentes curiosas.
No todas nuestras historias vienen con versiones de audio, pero muchas sí y constantemente añadimos más: ¡siempre hay algo nuevo que escuchar!
Los audiolibros no sustituyen totalmente a la lectura compartida, pero son un complemento fantástico. Son perfectos para los momentos en los que no se puede leer, como cuando estáis viajando, se necesita un descanso o el niño quiere escuchar cuentos por su cuenta.
Lo mejor es mezclar las cosas: a veces lee en voz alta a tu hijo, a veces deja que escuche un audiolibro. De este modo, tu hijo aprenderá que las historias tienen formas diferentes, y su imaginación y sus habilidades lingüísticas crecerán tanto leyendo como escuchando.
Sin duda. A muchos padres les encanta utilizar audiolibros como parte de la rutina para acostar a sus hijos. Una voz narradora tranquila, música suave y una historia relajante pueden ayudar a tu hijo a relajarse y dormirse más fácilmente después de un día ajetreado. Elige un cuento corto y tranquilo, y recuerda: aunque no le estés leyendo a tu hijo, tu presencia mientras escucha (un abrazo o una caricia suave) puede ayudarle a sentirse seguro y a dormirse más fácilmente.
¡Sí! Todos los audiolibros de la aplicación Readmio están enriquecidos con una hermosa música de fondo y efectos de sonido, como a los que está acostumbrado cuando lee nuestras historias. Los sonidos ayudan a que el oyente se sumerja más en la historia y mejoran el ambiente. Gracias a estos efectos, a los niños les resulta más fácil imaginar lo que ocurre en la historia, lo que hace que toda la experiencia sea mucho más vívida.